Manuel Jesús Jiménez es un niño de Porcuna de 10 años de edad, con una enfermedad poco común, la paraparesia espástica, que le impide andar ya que sus pies no les responden para moverse y le obliga a desplazarse en silla de ruedas o con ayuda de los demás. Uno de los grandes problemas diarios a los que se tenían que enfrentar los padres de Manuel Jesús era llevarlo al colegio y después de vuelta al domicilio familiar. En su silla de ruedas o en el coche familiar era todo un esfuerzo y un suplicio el que tenían pasar estos padres para trasladarlo desde la casa al centro y del centro a la casa.
Pero ahora, la sonrisa feliz de Manuel Jesús cuando va al colegio delata que algo ha cambiado. Y es que, el alcalde de la localidad, Miguel Moreno, sabiendo el problema de esta familia, propuso a los padres el traslado al recinto educativo de Manuel Jesús en el vehículo-furgón adaptado del Taller Ocupacional Municipal de Discapacitados “Molinillo Viejo”, que al disponer de una plataforma elevadora hidráulica simplificaría mucho esta obligación diaria. “Uno de nuestros objetivos es prestar la máxima ayuda a la personas discapacitadas, así como eliminar barreras arquitectónicas y acercar estas personas a los edificios públicos, para que tengan la misma oportunidad y participación que cualquier ciudadano, y en aras a ello es por lo que decidimos ayudar a este estudiante a cursar su estudios a diario”, confirma el máximo regidor.
Todo un milagro para la familia que agradece de todo corazón esta iniciativa municipal y que permitirá la ida y la vuelta del niño al centro escolar de manera cómoda y digna. Así, desde la primera semana de este curso escolar, todas las mañanas una educadora del taller pasa a recoger a Manuel Jesús en su domicilio y llevarlo a la escuela en el vehículo especial acompañado de su madre, y cuando terminan las clases de vuelta otra vez a casa del mismo modo. El padre del niño ha donado al Taller Ocupacional ‘cien ollas de la suerte’ de cerámica en gratitud, “para que las decoren los alumnos y puedan venderlas, y así obtener algunos beneficios para sufragar gastos y poner en marcha nuevas actividades en el taller”, apunta el padre, Manuel Jiménez.
En España hay más de 3,5 millones de discapacitados. La minusvalía de muchos de ellos, a menudo, les impide participar en la vida social. Con frecuencia esas personas albergan pocas ilusiones de poder ir a la escuela, pero en el caso de Manuel Jesús, esto ya se ha superado gracias a la labor del Ayuntamiento de Porcuna y al tesón de sus progenitores, que seguirán la lucha contra la marginación educativa de su hijo, porque tal como asegura el padre, “el colegio donde cursa sus estudios mi hijo todavía no está preparado y adaptado para su discapacidad”, hecho que denunciaba hace cuatro años en Diario Jaén.