«LA NEREIDA. El crimen de los Nereos, 1913», nueva novela de Luis Emilio Vallejo
Posted by deporcuna en 27 junio 2012
FICHA TÉCNICA
TITULO: LA NEREIDA. El crimen de los Nereos, 1913.
AUTOR: Luis E. Vallejo Delgado.
Páginas: 232
EDITORIAL: El olivo de papel
Primera edición limitada
DISEÑO: Álvaro Rendón
Foto de Portada: Alfonso Jiménez Casado. Detalle Virgen y niño Jesús. Mural Iglesia Parroquial de Porcuna, de Julio Romero de Torres.
PRÓLOGO: Antonio Recuerda Burgos (Cronista Oficial de la Ciudad de Porcuna).
ANEXO DOCUMENTAL: Planos, croquis, fotografías y dossier de prensa de 1913.
RESERVAS de ejemplares: Librería Séneca de Porcuna y www.elolivoeditorial.com
SINOPSIS:
En el verano de 1913, dos hermanos, llamados Los Nereos, dan muerte a una pareja de la Guardia Civil, en el Pozo de la Teja, cerca de la Cortijada de San Pantaleón, en pleno término de Porcuna (Jaén).
Las circunstancias del doble crimen muestran una de las historias más dramáticas del periodo de la Restauración Borbónica en España.
Los Nereos huyen y durante días vagan por el término de la Ciudad de Porcuna, perseguidos por la benemérita.
Finalmente, ocultos en La Torre Abejúcar y con miedo de ser represaliados duramente, se entregan al Alcalde de Porcuna, Emilio Sebastián, quien los lleva al Juzgado de Martos.
Los Reos de Porcuna, como se les llama, son condenados a garrote vil, en un Consejo de Guerra. La sociedad española, giennense y toda la ciudad de Porcuna se alza contra lo que consideran una injusticia.
Por primera vez partidos liberales y conservadores se unen a favor de Los Nereos. La Nereida es un canto a la injusticia y un homenaje al término municipal de Porcuna, a sus habitantes, a sus alcaldes, a Niceto Alcalá Zamora.
Niceto Alcalá Zamora, futuro Presidente de la Segunda República, abogado y diputado de prestigio, intentará salvarlos. Son muchas las razones personales que tiene.
Jacinto Benavente, Pablo Iglesias, Alfonso XIII, y otros, intervienen en el caso. Niceto sólo consigue salvar a uno de los hermanos.
Años después, cuando es nombrado presidente, lo indultará.
Sobre el autor
Luis E. Vallejo Delgado, Porcuna (Jaén), 1967
Doctor en Bellas Artes, Técnico de Patrimonio Cultural en el Ayuntamiento de Porcuna. Director del Museo y Conjuntos Arqueológicos de Porcuna, desde 1997. Compagina su pasión por la investigación en temas de Patrimonio con la actividad literaria.
Poemarios:
Arpegios, 1987. Ayuntamiento de Porcuna (Jaén)
Alma de Marfil, 1992. Diputación Provincial de Jaén. Colección Poetas
Cuaderno de Bitácora, 1998. Diputación Provincial de Jaén. Colección Poetas.
En Prosa:
De Rerum Obulco (Trilogía de Cerillo Blanco) .Puentes Palomares. 2007
Profecía y Apocalipsis del Jardín del Edén.(Trilogía de Cerrillo Blanco). Editorial El Olivo 2012.
Porcuna es noticia 
Alberto Gay said
Le deseo toda la suerte del mundo al autor de este libro en su nueva aventura editorial. Cuando tenga la oportunidad de leerla emitiré mi juicio al respecto. No sé hasta qué punto la ficción rebasa a la realidad histórica o viceversa. De cualquier manera la verdad sobre el caso resulta difícil de desentrañar. Desde hace bastantes fechas tengo en mi poder el voluminoso sumario que les fue instruido a los Hermanos Nereos: demasiado testimonio al dictado. De entrada sólo un pero, el título. Se me ocurre, que tal vez, la Tricorniada hubiese estado más acorde con la épica y flagrante injusticia cometida con estos humildes cazadores-jornaleros.
Alberto Gay said
Ostras, cuando he leído en la contraportada lo del homenaje a los Alcaldes, forzosamente, sin leer la novela, tengo que pensar que esta discurre por cauces bastante alejados de la realidad. Si de entrada se trata de un caso bastante oscuro y espinoso, como para acercarse a él desde el punto de vista histórico, licencias literarias de ese tipo desvirtúan considerablemente la objetiva realidad y confunden al profano. Dentro del sistema político de la Restauración no existieron en nuestro pueblo alcaldes merecedores de ser homenajeados. Debería su autor haber consultado los procesos electorales en prensa socialista y republicana donde se ponen de manifiesto y en evidencia los históricos y vergonzosos vaciados de puchero que se hacían en el distrito de Martos. Lo justo es hablar de caciques. El propio Alcalá Zamora, uno de los más influyentes y poderosos en nuestra provincia, y su acólito local, el farmacéutico Emilio Sebastián, una pieza más de aquel engranaje. Casi que me veo obligado de retomar el tema Nereos para destapar algunas hipocresías que aparecen reflejadas en ese voluminoso y aburrido sumario.
JMcalatravo said
A pesar de los problemas que pudiera generar los pucherazos y que aquel sistema no fuera una democracia al modo que hoy entendemos creo que no es justo descalificar por ello la acción de los alcaldes de la Restauración. Pues Porcuna dio en aquella época de progreso y paz un importante avance y sin esos alcaldes nada de aquello habría sido posible. Nuestro callejero recuerda aún a muchos de ellos, y creo que es justo que lo hagan. Seguro que D. Luis Aguilera y Coca hizo la contra a los movimientos obreros y de izquierda que surgían en aquellos momentos (aunque tampoco debió darle demasiado tiempo, pues falleció sobre 1915) pero también quedaron para Porcuna el costear la instalación de las monjas (cuya obra en pos de la educación es más que reconocida) o las donaciones de casas para pobres que refiere la explicación del callejero que contiene esta web, o proyectos que quedaron inconclusos como el del mercado o la plaza de toros… Creo que todo tiene su lado bueno y su lado malo, pero es justo reconocer que trabajaron por Porcuna.
Alberto said
JM me parece que te confundes de monjas. Estas que se instalaron en Porcuna en el año 1904 con establecimiento de enseñanza ubicado en casas de la propiedad del “monterilla local” Don Luis Aguilera y Coca “El Chato”, pertenecían a la Compañía de María, y no tienen nada que ver con las posteriores Hermanitas de San José. Evidentemente las medallas sobre cuanto se hiciera o hiciese en pro del municipio durante aquellos años no queda más remedio que adjudicárselas a esos caciques que ordenadamente ( en alguna ocasión con disgustos) se turnaban en la detentación del poder municipal. Aunque me cuesta trabajo creer que aquellos desempeños tuvieran un fin puramente altruista en pro de la ciudadanía. Vamos que trincarían lo suyo en regalías y prebendas. Aunque no tuvieran un sueldo establecido como en la actualidad, puedes estar seguro que su vocación de servicio a la sociedad quedaría suficientemente recompensada.
Alberto said
Perdón JM, me había dejado atrás tus alusiones al progreso y a la paz del periodo. Totalmente fuera de lugar, sino que se lo pregunten a los reservistas (muchos con familia e hijos) y a los soldados de remplezo movilizados para la guerra de Africa, que se dejaron la vida o quedaron maltrechos, prestando servicios a la Patria, por no poder pagar las pertinentes cuotas que les exhimieran de tales prestaciones. Para colmo luego las medallas se las colgaron otros. Es justo y necesario, es nuestro deber y salvación.
JMcalatravo said
Cierto, desconocía si eran la misma orden o no, pero me refiero a lo positivo que siempre es que se fomente la educación, aunque claro está que se hacía para que esta no viniera con las nuevas ideas obreras. Y aunque la labor de los alcaldes fuera recompensada por otra vía (yo no digo que no… algún caso habría) puestos a pensar eso queda descalificada toda la clase política de todos los tiempos y de todas las ideologías, por el bien de todos es mejor pensar que cuando uno se mete en ese mundo hay gente que busca el bien común. Y por último, aunque la Restauración estuviera manchada con la sangre de algunos desastres en el norte de África y demás (Semana Trágica etc) lo cierto es que fue la época de mayor estabilidad, ni siquiera la actual democracia dura tanto tiempo como duró a aquella, y visto el alto número de golpes de estado que se venían sucediendo, así como 3 guerras civiles, la verdad es que supuso globalmente una época mejor a todas las que le precedieron y casi siguieron… Todo tiene su cara y su cruz siempre. Un saludo!
Alberto said
Requisito imprescindible para que un político honrado busque el bien comun para sus administrados, desde mi punto de vista pasa por liberarse de las ataduras y vaivenes acomodaticios e hipocritas de los partidos. Político que se atreva a tomar ésta vía dura tres dias y medio, como ya está suficientemente demostrado. Si la historia es como la morcilla que por c… se repite, si se abusa de ella.
silencio said
Enhorabuena por la novela, me ha gustado bastante.